Cuidado con la humarada

Una gruesa capa de humo cubre nuestra ciudad. Cenizas y un cielo gris son el indicativo inequívoco que las quemas en la Isla 1972 y en el Parque Nacional Isla Salamanca continúan.

Allí, al otro lado del río Magdalena, hay más de 56 mil hectáreas de reserva natural. Durante meses, se ha estado presentando esta situación que genera inconformidad y dificultades sanitarias a la población en general.

Dificultad para respirar, e irritación en ojos y garganta son algunos de los síntomas que presentan aquellas personas que se han visto afectadas por la humarada. El humo provocado por las quemas no solo causa estas incomodidades de salud, sino que, además, deteriora el aire que respiramos los barranquilleros; posibilita que se formen incendios peligrosos y aumenta la ola de calor.

Las autoridades de nuestro departamento han ofrecido una recompensa con la intención de encontrar a aquellos que están generando las quemas y ponerle freno a esta incómoda situación. Sin embargo, los resultados no han sido satisfactorios.

¿Quién tiene la responsabilidad? ¿Qué medidas correctivas se pueden ejercer? Se necesita una solución urgente para ponerle fin a las quemas que, además, de incomodar a los ciudadanos, ponen en riesgo a la naturaleza que nos rodea. Esperamos que se haga algo al respecto para que este humo negro no desencadena ninguna tragedia.

Comentarios