Si el Presidente Santos les hace caso, los pobres tendrán menos plata para salir de pobres en Barranquilla

Recientemente los medios de comunicación dieron cuenta del asalto del que fue objeto el Presidente Juan Manuel Santos Calderón. Ocurrió durante la escala técnica del mandatario cuando iba rumbo a El Vaticano a la canonización de la Madre Laura, la primera santa colombiana.

Liderados por la Alcaldesa Elsa Noguera que de limitada no tiene un pelo porque lo que le resta de movilidad en su cuerpo le sobra de velocidad en la mente, el ex gobernador Eduardo Verano y directivos del SuperPuerto y los gremios económicos se subieron al avión presidencial a pedirle la bicoca de 30 mil millones de pesos para facilitarle una de las vías de acceso al megacomplejo portuario que se proyecta mar afuera de Bocas de Ceniza.

Eso es, palabra más palabras menos, quitarle plata a los pobres para dárselas a los ricos de Barranquilla en desarrollo de un proyecto minúsculo en empleos y otras bondades sociales, pero gigante en utilidades para ellos que se van a lucrar en operaciones de mucho componente tecnológico y poca mano de obra.

Es laudable penar en el desarrollo económico y nadie sensato puede oponerse a ello, pero cuantos millares de micro empresas, pequeños y medianos negocios, esos sí intensivos en empleo, podrían financiarse con esos 30 mil millones de pesos que el Gobierno Nacional estaría a punto de darle a un solo negocio de unos pocos empresarios.

Algo podría aportar la Nación como contraprestación a esa inversión privada, necesaria tal vez pero que no debe servir para distraer recursos que deben ir a los sectores más pobres de la ciudad.

Sabemos que el Presidente Santos es un hombre de reflexiones profundas y eso es lo que estamos pidiendo desde este humilde espacio virtual para que no se cometa una nueva injusticia. Si Barranquilla necesita plata es para sacar a los pobres de la pobreza, no para hacer más ricos a los ricos. 

Comentarios