La Cámara de Comercio de Barranquilla: ¿ Una Bacrim de cuello blanco?

Mucho va de la otrora Cámara de Comercio de Barranquilla dedicada a los asuntos cívicos y el desarrollo empresarial, a la entidad que estamos apreciando hoy envuelta en vergonzosos escándalos por cuenta de unos cuantos directivos que se resisten a ser relevados y otros que persisten en hacerse a la marrana, aparentemente bajo prácticas non santas desde ambos sectores en contradicción.

En un lado del ring se hallan figuras presuntamente distinguidas como Pablo Gabriel Obregón Santo Domingo, por aquello de lo que recogió mientras vivió su tío don Julio Mario. Hoy, al asumir el liderato del imperio el joven Alejandro Santo Domingo, Pablo Gabriel esta relegado a pelear algo de poder en lo que tiene de amistades barranquilleras, léase mejor lavaperros gremiales.

En la otra esquina nos encontramos con un aparente triunfador empresario barranquillero, Samuel Tcherassi Solano, de quien cuentan ha sido un jugador muy sucio frente a disputas herenciales con miembros de su familia. Tiene de Sparring al manipulador más grande que tenga el sector de tenderos en la ciudad. Alejandro Duarte Rueda, a quien por algo ya no quieren como antes en Undeco. El manager jurídico de esta cuerda resulta ser un abogado de no muy buenas pulgas, el ex senador Ricardo Varela Consuegra de quien dicen es el verdadero cerebro de la defraudación que hizo el grupo Char al Distrito con los impuestos que debia Serfinansa, el banco de Olímpica que hace todas las travesuras financieras habida y por haber.

Imaginense ustedes queridos ciudadanos barranquilleros. Ayer, desde los tiempos de Arturo Sarabia y Enrique Berrio, la Cámara de Comercio urdió todo un plan para que sus directivos privilegiados se quedaran con el Zoológico, la Aduana, el Parque Cultural, el Carnaval, los avalúos de la entidad, la Sociedad Portuaria, el Aeropuerto, y los estudios de inversión, entre otros aspectos.

Esos directivos con una telaraña de empresas ayudadas a formar por Raúl Riveira Molinares y Guido Nule Amin, se repartieron la distribución de los Correos, la impresión de los documentos de lujo, la venta de publicidad, los parqueaderos, se adueñaron de todos.........léase biennnnnn......todos los recaudos que generaba el grupo de marras. Pero como ellos son los dueños de las Olímpicas, son socios del Country Club, asisten a las ferias de las damas rosadas, le regalan alguna plática a los pobres y reparten mercados cuando llueve, El Heraldo nunca los sindica de nada y los protege.

Pero esta gente y los que pelean ahora por el poder directivo son los que han destruido la moral de la Cámara de Comercio de Barranquilla, convirtiéndola en la imagen de la peor banda criminal, Bacrim, de cuello blanco que haya patrocinado el sector privado barranquillero.

Los bandidos de ayer se quedaron con muchos símbolos patrimoniales del barranquillero. Los bandidos de hoy quieren respetar esa porción del ponque, porque se quieren quedar con los mejores frutos de los TLC's, la circunvalar de la prosperidad, la nueva concesión del aeropuerto y otros jugosos negocios más. Por eso les importa un carajo si tenemos buen o mal alcalde, si en la gobernación roban o no roban. Lo que les importa es darle palmaditas en la espalda a los gobernantes de turno, para seguir andando victoriosos en la rueda criminal que han armado. El típico dejar hacer dejar pasar en detrimento del sentido de pertenencia ciudadano, la moral y la ética públicas.  Esa es una corrupción de miedo, la peor Bacrim de cuello blanco que podamos conocer.

Arropados todos con una pompa y solemnidad hipócritas que sólo sirven para alimentar las sociales de El Heraldo. Mientras tanto, la ciudad se desarrolla al garete y por factores inerciales atribuibles únicamente a su privilegiada posición geográfica. Pobre Cámara de Comercio, pobre Barranquilla.

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