La transformación del Ernesto Cortissoz


El Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz es lo primero que ven de nuestra ciudad los pasajeros que llegan a Barranquilla por vía aérea. Un decepcionante escenario que cuenta con una estructura pequeña, pobre y poco estética, los recibe. Sin lugar a dudas, nuestro aeropuerto necesita una transformación total.

Desde en 1981, año en el que fue inaugurado, el Ernesto Cortissoz se posicionó como uno de los aeropuertos más reconocidos en el país, otorgándole a nuestra ciudad el reconocimiento como cuna de la aviación en Colombia. Hoy, poco queda de la gloria de esos tiempos.

Antes, era el principal puerto del país por su maravillosa locación geográfica, hoy, ha quedado relegado al quinto en número de pasajeros y cuarto en carga.

Son varios los arreglos que deben tenerse en consideración, como establecer una terminal de carga, modificar las instalaciones para que sean sismo-resistentes y repavimentar pistas, calles de rodaje y plataforma. Además, se debe solucionar el problema de la cercanía del aeropuerto con 17 basureros a cielo abierto que atraen a los goleros que frecuentemente ocasionan incomodidades para los viajeros en Barranquilla.

El mantenimiento de las aeronaves es sumamente difícil en Barranquilla debido a que la ruta de acceso tiene un ancho que ni siquiera permite que las aeronaves circulen completamente. Se dificulta, también, la formación de profesional Atlanticense capacitado dentro del sector aeronáutico debido a que no hay suficientes oportunidades de empleo para ellos.

Los aeropuertos de las grandes ciudades del mundo cuentan, además, con locales comerciales en dónde se pueden realizar compras de último momento, o comer algo para que la espera del viaje se haga más llevadera. En nuestro aeropuerto hay contados establecimientos comerciales, con precios absurdamente elevados y que cierran demasiado temprano.

Se estima, que en los próximos 20 años se realicen inversiones por 540 mil millones de pesos para poder suplir todas las necesidades con las que cuenta actualmente nuestro aeropuerto. Ojalá se tomen las decisiones acertadas y se elija a una firma responsable y comprometida para que desarrolle la concesión y nos deje un aeropuerto que vaya en concordancia con el creciente desarrollo de Barranquilla.

Comentarios