Decimos NO al Matoneo



Foto: ADN

Matoneo, acoso escolar, hostigamiento, bullying. Esta es la realidad actual a la que nuestros niños y adolescentes deben enfrentarse cuando van al colegio. Esto hace referencia a cualquier forma de maltrato psicológico, físico o verbal, prolongado durante un largo período de tiempo. Tristemente, Colombia ocupa uno de los lugares con mayor índice de matoneo en el mundo, y el Atlántico, es uno de los departamentos a nivel nacional en dónde se presentan más casos.

Se vuelve un círculo vicioso: el agresor maltrata a la víctima, con insultos y amenazas constantes; existe la complicidad de muchos compañeros; la víctima, por miedo, no denuncia y sigue expuesta y más vulnerable a nuevos acosos. Ahora, incluso, hasta los docentes de las instituciones académicas también son víctimas del matoneo.

Serían tres los lineamientos que permitan identificar este tipo de abuso: es un comportamiento violento e intencional; se presenta por un largo período de tiempo, y hay una lucha por ejercer poder o superioridad por parte del victimario.

Aquellos que sí se atreven a denunciar, lo hacen ante el Bienestar Familiar y la cifra hacia finales del 2012 llego a más de 80 procesos abiertos por casos de matoneo. La preocupación referente al bullying en el país es tal que hoy en día contamos con una ley que busca reducir la violencia escolar, que se basa en la reformulación de los manuales de convivencia de las instituciones académicas con la participación de los estudiantes y sus familias.

El 29% de los estudiantes colombianos en quinto de primaria han sufrido agresiones por parte de sus compañeros. 1 de cada 200 niños o adolescentes ha sido víctima de esta forma de maltrato.  

En Barranquilla, las edades en dónde más se presenta es en la pre adolescencia entre los 12 y 14 años. Principalmente, los agresores utilizan apodos denigrantes, la exclusión social, y el maltrato físico como una forma de intimidar a los demás.

Justamente, esta semana un nuevo caso de matoneo se presentó en el barrio Las Flores. Una adolescente de 13 años recibió un golpe por parte de una de sus compañeras al finalizar la jornada académica.

¿Hasta cuándo se seguirán presentando estos casos? ¿De quién es la responsabilidad: de los padres, de los docentes, de los medios de comunicación? ¿Conocen ustedes casos de hostigamiento escolar? ¿Cuáles creen que son las soluciones más viables para ponerle fin al matoneo? Compartan con nosotros sus opiniones utilizando el hashtag #nomatoneo y, entre todos, aportemos para que nuestros jóvenes puedan aprender en un ambiente seguro y de paz.

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