Por una Barranquilla limpia



Foto: El Heraldo
En Singapur comer chicle en la calle está prohibido. En Mumbai se multa a quien ose utilizar las calles como baño público. En Barranquilla, desde el 17 de Marzo, quien sea sorprendido ensuciando la ciudad recibirá un comparendo ambiental.

La sanción consiste en el pago de dos salarios mínimos mensuales vigentes por cada infracción cometida. La suma es nada despreciable: un millón 179 mil pesos. La alcaldesa, Elsa Noguera, firmó el 3 de septiembre del 2012 un decreto que estipula que las personas jurídicas deben pagar de 5 hasta 20 salarios mínimos mensuales legales vigentes. La medida busca concientizar a los ciudadanos barranquilleros sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

El manejo de residuos y desechos que abundan en las calles de nuestra ciudad se ha vuelto insostenible. Carretilleros desalojando basura en los terrenos, personas lanzando botellas plásticas desde sus carros y amos dejando las heces de sus mascotas en los jardines. Para que esta norma entre en vigencia, el DAMAB cuenta con 13 agentes de la Policía y con un grupo de caminantes ambientales.

La meta es que los oficiales competentes sean por lo menos 100. Todos ellos dispondrán de cámaras fotográficas y de videos para capturar a aquellos individuos que incumplan la norma ambiental. La personas sorprendidas en el acto serán llevadas a una comisaría en dónde informarán a las autoridades competentes sobre su sitio de residencia. La razón para esto es simple: si no pagan el comparendo, podrán ser sometidas a medidas coactivas que se extienden al embargo de cuentas y bienes.

Ya era hora que se tomaran cartas serias en el asunto. Nuestra ciudad es el lugar en dónde diariamente vivimos y lo mínimo que podemos tener, como consideración con nosotros mismos y con nuestros congéneres, es un espacio amable en dónde primen el amor por lo propio y el respeto. Apersonémonos del asunto y cuidemos nuestro entorno. Hagámoslo no por el miedo a una multa, sino, porque realmente valoramos a nuestra ciudad. Barranquilla nos pertenece a todos.

Comentarios