Por una Barranquilla incluyente

Foto El Universal
¿Sabías que más de 50 mil barranquilleros presentan algún tipo de discapacidad? ¿Sabías que en Colombia hay aproximadamente 4.5 millones de personas en esta situación? ¿Sabías que el Ministerio de Salud ha destinado 175 millones de pesos para un proyecto que brinde atención integral a personas en condición de discapacidad? ¿Sabías que los países de ingresos bajos, como Colombia, tienen una incidencia mayor de discapacidad que los países de ingresos altos?

Tanto la Gobernación del Atlántico, como la Alcaldía de Barranquilla, tienen planes concretos para brindar algún tipo de ayuda a la población en condición de discapacidad. Este tema forma un eje importante en las políticas de gobierno de Segebre y de Noguera, quienes tienen la equidad como prioridad. Sin embargo, las ayudas técnicas que suministran periódicamente, como caminadores, bastones, muletas o sillas de ruedas no son suficientes. La problemática va más allá.

La ciudad y el departamento no están equipados para proveerles a las personas que presentan discapacidades facilidades para tener una calidad de vida óptima. Es prácticamente imposible que una persona en silla de ruedas se monte en el transporte público. No hay ramplas que favorezcan la movilización. No hay sensores para personas ciegas ni sordas. Sumado a esto, no hay opciones laborales para que estas personas estén incluidas igualitariamente en la sociedad.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) los obstáculosdiscapacitantes pueden ser superados, en la medida en que los gobernantes promuevan “el acceso a los servicios generales; invertir en programas específicos para las personas con discapacidades; adoptar una estrategia y plan de acción nacionales; mejorar la educación, formación y contratación del personal; proporcionar una financiación adecuada; aumentar la conciencia pública y la comprensión de las discapacidades; fortalecer la investigación y la recopilación de datos; garantizar la participación de las personas con discapacidades en la aplicación de políticas y programas.

En muchas ciudades del mundo, algunas Latinoamericanas, la sociedad cuenta con una conciencia más evolucionada sobre cómo convivir con las personas discapacitadas. Los gobernantes emplean políticas gubernamentales que favorezcan una óptima calidad de vida para aquellos que se encuentran en esta situación especial. Incluso, en Bogotá hay un Centro Comercial que emplea a adultos con discapacidades, como soldados que han perdido sus extremidades por minas antipersonales, para que tengan un trabajo digno y un medio para proveerle a sus familias.

¿Qué nos falta a los atlanticenses para empezar a incluir a aquellos que parecen estar en una situación de desventaja? ¿Qué tanto conocemos sobre la discapacidad? ¿Conocen ustedes a personas en esta situación? ¿Saben de algún caso en dónde estas personas se hayan enfrentado a dificultades por falta de accesos y opciones especiales para ellos?

Ojalá que nuestra linda Barranquilla empiece a implementar estrategias para favorecer a las personas en condición de discapacidad. Que sea ejemplo para otras ciudades por la inclusión, la consideración y la solidaridad que tenemos con los otros.

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