Cuentan los registros de las autoridades que el exsenador cordobés Otto Nicolás Bula Bula no solo se dedicó a incursionar en el mundo legislativo, sino que utilizó todo el andamiaje institucional para amasar una fortuna ilegal que fue acumulando gracias a la venta de favores entre entidades del Estado y contratistas de obras públicas.
Medios capitalinos describen Los tentáculos de Bula como parte de la ficha oscura de Odebrecht, contratado por esta multinacional para lograr que se les adjudicara la construcción de la vía Ocaña-Gamarra.
Según el diario El Tiempo, Colombia tuvo que esperar evidencia de la justicia de Estados Unidos para capturar a un hombre que ha figurado en expedientes judiciales desde finales de los 90: Otto Nicolás Bula Bula.
La Fiscalía lo señala de ser el receptor del segundo soborno que Odebrecht giró para obtener contratos en Colombia. Según la evidencia del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Bula fue contratado por la brasileña para lograr que se les adjudicara la construcción de la vía Ocaña-Gamarra, en el 2013, con el número de peajes y condiciones que ellos pretendían.
¿Cómo un ganadero de Sahagún (Córdoba), con un hato valorado en más de 4.000 millones de pesos, terminó intermediando entre la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y Odebrecht para manipular los términos de un mega contrato, que incluso requirió la modificación de un documento Conpes, en Planeación Nacional? ¿Es un simple intermediario de terceros?
Se discierne en distintas fuentes que Bula no pudo haber fraguado una cadena delictiva sin la complicidad de altos personajes del Gobierno Nacional, tanto del pasado como del actual, independientemente de lo ejecutado por el ex viceministro Gabriel García Morales, quien es señalado de haber recibido 6.5 millones de dólares para engrasar la barra del delito en la contratación oficial. Bula ha demostrado ser un gran vendedor de artimañas para obtener beneficios del sector público y enriquecerse aceleradamente.
Medios capitalinos describen Los tentáculos de Bula como parte de la ficha oscura de Odebrecht, contratado por esta multinacional para lograr que se les adjudicara la construcción de la vía Ocaña-Gamarra.
Según el diario El Tiempo, Colombia tuvo que esperar evidencia de la justicia de Estados Unidos para capturar a un hombre que ha figurado en expedientes judiciales desde finales de los 90: Otto Nicolás Bula Bula.
La Fiscalía lo señala de ser el receptor del segundo soborno que Odebrecht giró para obtener contratos en Colombia. Según la evidencia del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Bula fue contratado por la brasileña para lograr que se les adjudicara la construcción de la vía Ocaña-Gamarra, en el 2013, con el número de peajes y condiciones que ellos pretendían.
¿Cómo un ganadero de Sahagún (Córdoba), con un hato valorado en más de 4.000 millones de pesos, terminó intermediando entre la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y Odebrecht para manipular los términos de un mega contrato, que incluso requirió la modificación de un documento Conpes, en Planeación Nacional? ¿Es un simple intermediario de terceros?
Se discierne en distintas fuentes que Bula no pudo haber fraguado una cadena delictiva sin la complicidad de altos personajes del Gobierno Nacional, tanto del pasado como del actual, independientemente de lo ejecutado por el ex viceministro Gabriel García Morales, quien es señalado de haber recibido 6.5 millones de dólares para engrasar la barra del delito en la contratación oficial. Bula ha demostrado ser un gran vendedor de artimañas para obtener beneficios del sector público y enriquecerse aceleradamente.
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