Foto: Vanguardia |
La votación de los ex alcaldes de la Junta estuvo muy ceñida al desastre que Cormagdalena, bajo la conducción de Augusto Garcia, y su asesor, Carlos Núñez, le dejan al país: Una entidad al servicio de la peor Politiquería que supo escoger al departamento que lleva el propio nombre del Río, pero que bien, pudiera hoy llamarse, "Riosucio", como la histórica población Antioqueña, pero sin el abolengo histórico de aquella, sino, contaminada por los bajos y mezquinos intereses de la ralea que nubló nuestra querida tierra del Magdalena.
Los promotores de la toma y control de Cormagdalena le tienen ganas como fuente de Poder Político y Económico, pero también, para el tapen tapen de contratos celebrados por la Administración Garcia-Núñez, que deben ser investigados, y que favorecieron a propietarios de tierras ubicados en límites de los Caños del Magdalena, entre otros protuberantes "errores" en la diversidad de contratos firmados en los últimos dos años.
El futuro del Río Magdalena y de las poblaciones ribereñas es incierto.
El señor Procurador y el señor Fiscal General de la Nación debieran apropiar sendas lámparas y tapabocas para investigar que pasa con Cormagdalena.
Por lo pronto, pobladores del Rio Magdalena, en sus orillas solo escucharan los motores de los Johnson y las champas, viendo pasar las barcazas de la poderosa Impala, cubriendo de gris el paisaje del Agua, moviendo el petróleo pa'fuera, desde Barranca hasta Barranquilla, por cuenta de la Corrupción.
Mañana se reunirán en Barranquilla para tirar carreta por libras, mientras el Río sigue a la deriva, aguas abajo.
Escrito por Alfonso Camerano Fuentes
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