Las calles de Barranquilla se ven, cada vez más, inundadas de vehículos, tanto públicos como privados, que crean interminables trancones que caricaturizan imágenes que en el pasado solo se veían en los medios sobre Bogotá. Buses que no respetan los paraderos, taxis al constante acecho de pasajeros y un aumento desmesurado de autos particulares llevan a la única conclusión visible: la movilidad, en nuestra ciudad, se ha vuelto insoportable.
Últimamente, diversos taxistas informales o conductores particulares aprovechan la inefectividad del Transmetro y de los buses, al establecer rutas comunes para ofrecérselas a las personas que esperan en largas filas para poder llegar a sus hogares. Los carros se llenan de personas cuyos más comunes destinos son la Cordialidad o Soledad. Dichos conductores deben mantenerse, sin embargo, dentro de la jurisdicción de Barranquilla, porque si llegan a ser sorprendidos por las autoridades en Puerto Colombia sin los respectivos permisos, pueden incurrir en altas multas.
Hay, además, una terminal ilegal de buses interdepartamentales justo en frente al parque Ernesto McCausland. Esto crea grandes problemas de movilidad en el sector y suma a la inseguridad de la zona. Son muchas las personas que llegan hasta la calle 17 para hacer uso de estos buses, debido a que, para ellos, es más cercano que la Terminal Metropolitana de Transportes.
Sumado a esto, hay un gran índice de accidentalidad en la Vía al Mar. Ésta ha tenido un aumento del 20%, en comparación con el del 2012. Cansancio y vías en mal estado son los principales problemas. Para esto, se están realizando campañas de concientización y prevención para reducir el número de accidentes.
Ya en una época se intentó introducir el Pico y Placa sin resultados convincentes. Se ha intentado, también, penalizar a aquellos vehículos que no estén registrados. Se han ofrecido rutas que abarquen toda la ciudad para que las personas puedan transportarse. Sin embargo, nada parece ser suficiente. Barranquilla parece habérsenos quedado pequeña para tantos autos. Necesitamos, sin duda, soluciones viables y efectivas para este caos vehicular que se ha tomado las calles de nuestra ciudad.
Últimamente, diversos taxistas informales o conductores particulares aprovechan la inefectividad del Transmetro y de los buses, al establecer rutas comunes para ofrecérselas a las personas que esperan en largas filas para poder llegar a sus hogares. Los carros se llenan de personas cuyos más comunes destinos son la Cordialidad o Soledad. Dichos conductores deben mantenerse, sin embargo, dentro de la jurisdicción de Barranquilla, porque si llegan a ser sorprendidos por las autoridades en Puerto Colombia sin los respectivos permisos, pueden incurrir en altas multas.
Hay, además, una terminal ilegal de buses interdepartamentales justo en frente al parque Ernesto McCausland. Esto crea grandes problemas de movilidad en el sector y suma a la inseguridad de la zona. Son muchas las personas que llegan hasta la calle 17 para hacer uso de estos buses, debido a que, para ellos, es más cercano que la Terminal Metropolitana de Transportes.
Sumado a esto, hay un gran índice de accidentalidad en la Vía al Mar. Ésta ha tenido un aumento del 20%, en comparación con el del 2012. Cansancio y vías en mal estado son los principales problemas. Para esto, se están realizando campañas de concientización y prevención para reducir el número de accidentes.
Ya en una época se intentó introducir el Pico y Placa sin resultados convincentes. Se ha intentado, también, penalizar a aquellos vehículos que no estén registrados. Se han ofrecido rutas que abarquen toda la ciudad para que las personas puedan transportarse. Sin embargo, nada parece ser suficiente. Barranquilla parece habérsenos quedado pequeña para tantos autos. Necesitamos, sin duda, soluciones viables y efectivas para este caos vehicular que se ha tomado las calles de nuestra ciudad.
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