Para muchos de nosotros tener un techo en donde dormir por las noches es algo natural. Damos por sentado que es algo con lo que todos contamos y no pensamos, siquiera, que hay muchos ciudadanos de nuestro departamento que no cuentan con este privilegio.
En el Atlántico, aproximadamente el 41% de la población es pobre y el 5,3% vive en extrema pobreza. Alarmante ,si tenemos en cuenta la cantidad de personas que no tienen acceso a suplir sus más básicas necesidades. Toda esta situación ha sido peor incluso después de la ola invernal, debido a que muchos atlanticenses perdieron lo poco que tenían, viéndose obligados a deambular como nómadas, pidiendo refugio y amparo.
Algunos, tienen casas construidas con materiales precarios y no cuentan con las condiciones mínimas para favorecer una calidad de vida óptima. No tienen pisos, ni paredes, ni techos, ni acceso a una fuente de agua mejorada. Lo que es aún peor, en la mayoría de los casos el hacinamiento está presente y hay hasta 5 personas durmiendo en un mismo cuarto.
Con miras a garantizar que cada vez haya menos personas sin hogar, el gobierno nacional busca beneficiar a 100 mil familias colombianas con una vivienda digna. Juan Manuel Santos, presidente de Colombia y el Ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, entregarán 540 casas a familias en Soledad y Galapa. Además se diseñaron dos programas adicionales para que las familias de estratos 1, 2 y 3 puedan acceder a una vivienda digna. Para ello, las personas podrán comprar su casa con una cuota mensual de $180,000 pesos.
Ojalá llegue el día en donde todos los ciudadanos de nuestro país puedan tener un hogar. Por ahora, seamos solidarios. Pensemos en todos esos que dormirán esta noche a la intemperie. Seamos compasivos. Pensemos en todos esos que no podrán dormir en una cama. Seamos comprensivos. Pensemos en todos esos que serían felices al tener, por lo menos, una pequeña parte de lo que nosotros tenemos.
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