La
sangre caribe. Las olas del Río Magdalena. El bollo de angelito. El queso
costeño con butifarra. El desparpajo. La risa descomplicada. El hablar
relajado. El color del carnaval. Cualquiera de estas razones, o quizás, la
combinación de todas ellas le otorgó a Barranquilla el puesto como la ciudad
colombiana con mayor esperanza y felicidad.
Colombia,
según una encuesta realizada en Diciembre 2012 por WIN/Gallup International
Association, ha sido elegido como el país más feliz. En el 2011 ocupamos el
sexto lugar. ¿Qué nos llevó a ascender tan rápido? ¿Qué disparó nuestra dicha?
De
acuerdo a El Barómetro Global de Felicidad y Esperanza, los colombianos
seríamos dos veces más felices que el promedio mundial. Nuestra ciudad le llevó
la delantera a Medellín, Bucaramanga, Cali y Bogotá. El porcentaje de
Barranquilleros felices puntuó en 83%.
Este
es, sin duda, un contraste interesante si tenemos en cuenta los altos índices
de violencia, las noticias teñidas de sangre, el desempleo y las desigualdades
sociales con las que nos enfrentamos a diario.
¿Será
que, en realidad, somos los más felices? ¿Estamos enmascarando nuestros
verdaderos sentimientos de rabia, tristeza y frustración por guardar las
apariencias? ¿Somos muy optimistas y decidimos ponerle buena cara al mal
tiempo?
La
pregunta que ellos utilizaron para otorgarnos tan alegre reconocimiento fue:
¿Usted
se siente feliz, infeliz o ninguna de las dos sobre su vida?
La
misma inquietud, se las dejamos a ustedes. A opinar, amigos, para sacar, así,
nuestras propias conclusiones.
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